Históricamente en Chile, los resultados de las distintas pruebas estandarizadas, entre estas la última prueba de postulación a la educación superior (PAES), han dejado en evidencia la brecha de género a favor de los varones en las pruebas de matemática.
Este hecho no es el resultado de diferentes capacidades de hombres y mujeres, sino de diferentes oportunidades y creencias que afectan el aprendizaje matemático de las niñas desde temprano.
Esta brecha alcanza aristas de alto impacto si se considera que las habilidades matemáticas tempranas son un predictor del rendimiento académico general futuro en la escuela y en la educación superior.
Quizás, contrario a lo que se podría imaginar, estas habilidades se desarrollan a partir de una temprana edad, antes del ingreso a la educación formal. De esta manera, “la educación parvularia es el lugar privilegiado para intervenir con el fin de generar los cambios necesarios”.