[Qué Pasa – La Tercera] Columna de María Inés Susperreguy, María Francisca Del Río y Christian Peake: “Los primeros números que nos dividen»

Recientemente dos noticias referidas a educación mostraron un escenario preocupante para niños, niñas y jóvenes. La primera mostraba que la asistencia post-pandemia de los niños a la educación parvularia ha sido irregular y poco constante, pues solo el 20% de los niños de prekínder y kínder estaba asistiendo de manera sistemática. La segunda, que la prueba de acceso a la educación superior en su primera aplicación de invierno (PDT de invierno) arrojó brechas de género, a favor de los hombres, en todas las pruebas aplicadas. La brecha más grande fue la de matemática, lo que mantiene la histórica diferencia de género en el desempeño matemático que caracteriza a nuestro país.

El que todos los niños y niñas aprendan matemáticas es muy importante. Las habilidades matemáticas son cruciales, pues no solo se asocian a un mayor rendimiento en el área, sino que también al rendimiento escolar y académico general. Estas habilidades son también la puerta de entrada a las áreas STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas), parte importante del motor de desarrollo de un país. Que las niñas y mujeres no participen en estas áreas en igual medida que los hombres, es una pérdida para el desarrollo de Chile.

La relación de estas dos noticias es crítica porque el desarrollo de las habilidades matemáticas comienza tempranamente, desde antes de la educación formal. Justamente sus bases se establecen durante la edad correspondiente a la educación parvularia, y su promoción favorece el aprendizaje matemático posterior, como lo muestran múltiples estudios.

Investigaciones en Chile y en otros países han mostrado la importancia de dotar nuestros hogares de un ambiente de aprendizaje adecuado, con el fin de afianzar aprendizajes iniciales (como los números). Durante la pandemia, además, nuestras niñas y nuestros niños tuvieron la escuela en casa, gracias a la tecnología remota. No obstante, a edades tempranas, el aprendizaje a distancia se ha visto muy limitado. Es crítico reflexionar sobre el riesgo de no asistir a clase, tras un periodo tan largo de enseñanza a distancia.

Desde este año, con financiamiento ANID-MILENIO, estamos implementando un Núcleo Milenio para el Estudio del Desarrollo de las Habilidades Matemáticas Tempranas (MEMAT), que se enfocará en entender cómo estas habilidades se desarrollan, cómo potenciarlas, y cómo evitar la desigualdad de género y de nivel socioeconómico en los aprendizajes.

Nos interesa que nuestra investigación entregue datos que promuevan la calidad de la educación parvularia, la excelencia de la formación de educadores, proporcione herramientas a padres y madres para trabajar con sus hijos y, en suma, aumente las oportunidades de desarrollar habilidades matemáticas de niños y niñas. De modo que más tarde puedan tener las mismas posibilidades de desarrollarse en áreas STEM. Para que esto ocurra, se deben hacer todos los esfuerzos para que los niños y niñas asistan a la educación parvularia.

 

María Inés Susperreguy*, María Francisca Del Río** y Christian Peake***

 

*Directora del Núcleo Milenio para el Estudio del Desarrollo de las Habilidades Matemáticas Tempranas (MEMAT)

**Directora alterna del Núcleo Milenio para el Estudio del Desarrollo de las Habilidades Matemáticas Tempranas (MEMAT)

***Investigador del Núcleo Milenio para el Estudio del Desarrollo de las Habilidades Matemáticas Tempranas (MEMAT)

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